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"El pelotero " 
  El pelotero
Carlos Betancourt

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Parámetros de la convocatoria

Lugar: Carolina

La pelota puede ser tan caribeña como el café y el tabaco, y es que este deporte ha dado y sigue dando figuras míticas en toda la región. Tan antiguo como nuestros abuelos y tan joven como las estrellas que hoy despuntan, la pelota ha sobrevivido al tiempo uniendo a una fanaticada muy diversa y al final del día muy puertorriqueña. La monumentalidad del estadio, la vista oblicua desde las gradas hacia la fachada verde donde se mueven los uniformados atletas ofrece las claves para una intervención artística.

Descripción del ámbito
Concebimos deliberadamente esta categoría a partir del y no del , dejando al artista la tarea de incluir en su propuesta la selección del sitio para la obra. Más allá de conmemorar la figura de tal o cual personaje del deporte, se busca resaltar lo particular de cada deporte y la condición anónima de quienes lo practican como entretenimiento y celebración del cuerpo. Cada deporte le impone unas reglas al cuerpo y al espacio que constituirán las claves de la intervención de arte. Por otro lado, la cultura asigna significados a cada deporte generando discursos leves de identidad que adquieren gravedad a lo largo de los años.
Aforismo

A través de su obra, El Pelotero, Carlos Betancourt establece armoniosas relaciones entre el arte, el deporte y la cultura caribeña. La pieza se destaca por el efecto simbólico que genera en la iconología católica, “la mano poderosa”. La misma sostiene signos y símbolos que aluden al béisbol, la cultura puertorriqueña, la espiritualidad y el arte. Esta versión de “la mano poderosa” se convierte, entonces, en dueña de poderes mágicos y el beisbolista que cree en ella triunfa con ella.

El tamaño de la mano monumentaliza la importancia del juego de pelota como evento de integridad cultural en nuestro país. Precisamente, ese es uno de los principales objetivos de la pieza: que cada elemento esté lleno de símbolos, que con el poder de sus misterios, convoquen a un momento de reflexión, de contemplación y de placer estético.

Esta búsqueda se materializa por medio de la incorporación de la imagen de una tortuga Caguama, que según la leyenda taína representa el comienzo de la cultura Taína en el Caribe siendo la madre del género humano. Sobre el carapacho de Caguama se divisa un una pelota con hélices, la cual alude a Guabancex, madre de los vientos rápidos, que Betancourt relaciona con el juego de la pelota taína.

Esta pieza que ubica en la parte posterior de una pantalla del estadio Roberto Clemente de Carolina puede ser vista desde la avenida. Sin lugar a dudas, la misma será una referencia del juego que toma lugar en el estadio y motivará a la audiencia a disfrutar del mismo desde múltiples perspectivas, no exclusivamente vinculadas al béisbol.

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