Santiago Apóstol en Loíza

El sincretismo caribeño de la mejor cepa produjo una de nuestras festividades más populares. El color y el cuerpo van de la mano en esta festividad. Es este un carnaval autóctono de ritmo y sabor que reta la imaginación de cualquier artista. La propuesta aquí no debe autoexcluirse en un podio enajenante y paternal, sino que debe procurar unirse a la gente en el ritual. La obra debe incorporarse a la fiesta, y existir el resto del año como referencia viva de las raíces que nos envuelven a todos. Esta obra debe poder ser parte de la actividad e integrarse a la tradición

“La obra de Daniel Lind Ramos se alimenta de la literatura y el arte místico de una forma particular. Quizás su obra sea un buen ejemplo de pensar de una mística extraída, en buena medida, de fuentes clásicas pero con un distanciamiento y recontextualizaci_n absoluta, donde la Loiza que le nutre ejerce funci_n en el ritual de la Diosa de madres no lejana de la literatura, pues al igual que sus ensamblajes, incorpora textos e imágenes de escritores, como piezas de toque, de una ceremonia cultural infinita.”

Dr. Rubén Moreira
Exégesis, Año 16, #45, 2002.

Ficha Técnica:
5 murales de mosaico a ser instalados en bases de hormigón.

Santiago Apóstol no es sólo una celebración, sino que posee, más bien, una textura muy parecida a los caminos cruzados. De convocador de peregrinaciones a peregrino, el Santiago Apóstol que emigra a territorio loiceño resulta mucho más rico que aquél que descansa mansamente en la catedral gallega. Al igual que en la ruta de peregrinación hacia Santiago de Compostela en España, donde las cruces de piedra señalan la dirección a seguir, estos mosaicos de Daniel Lind, ensamblados en una especie de menhires marcan el recorrido de las procesiones que en honor a Santiago Apóstol se celebran en el mes de julio de cada año en el pueblo de Loíza.

El diseño de estos mosaicos concebidos como objetos tridimensionales- está inspirado en una de las variante de la máscara de vejigante: la máscara con pintas. Las pintas simbolizan la presencia de deidades africanas (según su color) en las celebraciones de las fiestas en honor a Santiago, la alegría de vivir, lo festivo, la algarabía, el bullicio que acompaña a estas fiestas y las manchas de animal. Los colores rojo y amarillo son los colores que predominan en las manifestaciones plásticas relacionadas con las procesiones de Santiago, tales como banderas, disfraces flores, mascaras y adornos.

La frase ¡Viva Santiago! se grita al escuchar las detonaciones de los cohetes lanzados al cielo durante las fiestas, lo que recuerda el viejo grito de batalla con el cual le invocaban y pedían protección. Estas instalaciones de Daniel Lind, en diversos puntos focales del pueblo de Loiza se convertirán poco a poco en hitos de la tradición de un pueblo que no olvida sus raíces, por el contrario la celebra en un grito que clama ¡Viva Santiago Apóstol!