“2112” transforma los inapetentes muros de contención de la depresión del Expreso Baldorioty de Castro entre el tunel de Minillas y las calles Parque y San Jorge, lugar de alta congestión vehicular en la isla, pasaje de ida y vuelta al aeropuerto, transformando su sobriedad en una sinfonía visual.

Este espacio, que no figuraba en la convocatoria original, fue una propuesta admitida bajo el ámbito de “Piezas Autónomas – Infraestructura”, en donde el artista reconoció la pertinencia de la experiencia estética desde el auto, en una ciudad donde invertimos gran parte de nuestro tiempo dentro de un automóvil, a falta de una cultura de transporte colectivo. “2112” es un mural ideado no para contemplarse sino para experimentarse a las velocidades sensatas e insensatas del auto, para no excluir la experiencia del tapón de las horas pico.

“2112” toma en cuenta el árido lenguaje de la carretera para subvertirlo en un lenguaje plástico. Esto lo logra, utilizando como base en los muros de contención, la paleta de grises que se utiliza en el pavimento y, apropiándose de los característicos “ojos de gato” que se utilizan para dividir los carriles de la carretera. Formando así un mural abstracto que a manera de palimpsesto alterno que es espejo de la ciudad en la cuál está inmerso. La obra es un reconocimiento de la metrópolis y una restauración del deseo en sus enmudecidas paredes.

El uso de estas cerámicas que José Jorge asocia con el lenguaje braille no es ajeno a trabajos anteriores del artista en formato de pintura. José Jorge utiliza como pié forzado el lenguaje braille para reconfigurar la lectura del reconocidísimo “Lamento borincano” de Rafael Hernández con su ..sale loco de contento con cargamento para la ciudad. En otras palabras, los muros representan de manera simbólica una transcripción del motivo borincano resultando en un referente visual agradable.

Es importante destacar que la ubicación de la pieza sirve de antesala y presentación del adyacente Museo de Arte de Puerto Rico, que estando de lado del expreso no reconoció el potencial de esa fachada lateral. Oportunidad que fue reconocida en este caso por dos tipos de artistas, la pieza de José Jorge Román mediante el proyecto de ARTE PUBLICO, Y también fue reconocida por los grafitteros que se apropiaron de otras paredes adyacentes. Ambas “2112” y los graffitis rescatan para la mirada pública el espacio que la ingeniería relegó a mero lugar de tránsito.