Plaza de la Gran Ventana al mar en Condado

Luego de evadir por décadas la monumentalización de la costa como espacio público, se abre la oportunidad de una gran vista donde proyectar nuestra aspiración cívica ante el mar que nos rodea. Urbana en carácter y playera de corazón esta vista será el nuevo centro del Condado. El evento merece una obra contundente y monumental sin perder de perspectiva que los monumentos le pertenecen a la gente. Esta propuesta debe coordinarse con el proyecto de la plaza que se encuentra en etapa de planificación y diseño. Para esta plaza se solicitan tres obras: una de gran tamaño (35’ x 40’), una de tamaño intermedio y una de escala íntima.

Ficha técnica:
8 pies x 8 pies

“...el barco es un trozo flotante de espacio, un lugar sin lugar, que vive por sí mismo, a la vez cerrado en sí-mismo y entregado al infinito del mar y que, de puerto en puerto, de orilla en orilla, de casas de lenocinio en casas de lenocinio, va hasta las colonias a buscar lo más precioso que recelan sus jardines, se entiende por qué el barco ha sido para nuestra civilización, desde el siglo XVI hasta hoy, a la vez no sólo, por supuesto, el mayor instrumento de desarrollo económico, sino también la mayor reserva de la imaginación. [...] En las civilizaciones sin barcos los sueños se secan, el espionaje sustituye la aventura, y la policía a los corsarios.”
(Michel Foucault)

“ Una isla es siempre la posibilidad de un barco..."
(Edwin Reyes)

Estar o no estar: esa es la divisa. Decir barco es otra forma de decir viaje; evocación de espacios que sólo son posibles en la imaginación o en la memoria, desde un aquí y un ahora en movimiento; tránsito sobre el misterio de la inmensidad del agua siempre igual y siempre distinta. En “La barca de barro”, barca y agua son artefactos que la distancia funde en un rito de interpenetración, de producción mutua. El observador asiste a la paradoja de viajar desde la inmovilidad, de volver al origen filtrando la mirada a través del barro que le sirve de esqueleto a un barco anclado entre piedras. Barca inmóvil, anclada, naufragada que nos devuelve los recuerdos como la ola vuelve a la costa o como el barro nos devuelve al rito óntico del ser.