Plaza de la Cultura , Antiguo Centro Gubernamental Minillas

Ficha técnica:
Escultura en bronce
Plaza de la Cultura , Antiguo Centro Gubernamental Minillas

Una mujer voluptuosa, reclinada, semidesnuda, en actitud de reposo, de exacerbadas formas y volúmenes son íconos reconocibles del arte de Fernando Botero. Esta mujer inmersa en su pensamiento, se asemeja a esas mujeres que hemos visto en  la historia del arte, esas mujeres de Goya, de Manet. Mujeres seducidas y seductoras; mujeres que contemplando se dejan  contemplar.

Botero quien se apropia de temas de la historia del arte desde la Edad Media, pasando por el Quatrocentto italiano, al Arte Colonial Latinoamericano trabaja los mismos con un estilo muy propio en el cual incursionan figuras corpulentas claramente obesas con un humor e ingenuidad muy grácil. Si en principio sus obras revelan cierta influencia del muralismo mexicano y la pintura del renacimiento italiano (Partida, 1954), poco a poco van desapareciendo en favor de un personalísimo estilo en el que las figuras engordan y se deforman hasta cubrir en buena parte el lienzo (Prelado, 1959)

 La transición de la pintura a  la escultura, como lo es el caso particular de “Mujer Reclinada”  es un paso lógico para Botero quién se había dedicado al estudio de los volúmenes, es precisamente ese mismo volumen el que lleva al formato de la escultura. La visión de Botero envuelve la convicción del artista que la monumentalidad no es cuestión de tamaño sino de proporciones.

La localización de esta pieza, soltará la sonrisa suspicaz de algunos,  ya que la pieza está emplazada en los terrenos del Centro Gubernamental Minillas, en perfecto eje con el Museo de Arte de Puerto Rico. Allí centro gubernamental y lugar de ocio parece confundirse logrando que esta contorneada mujer reclinada haga las pases con ambos.